Las redes de tarjetas son la autoridad final en los contracargos. Todas las reglas, códigos de razón y fases del proceso de contracargos están diseñadas por las Marcas de tarjetas, y cuando los bancos no pueden ponerse de acuerdo sobre un resultado, las Marcas de tarjetas son el árbitro final.
A nivel superficial, los contracargos parecen en gran parte iguales, sin importar con qué Marca de tarjeta se esté tratando, pero cada una tiene diferentes regulaciones y límites de tiempo. Para administrar sus contracargos de manera efectiva, debe saber cómo jugar según las reglas de cada Marca. Es por ello que es importante comprender cómo son los flujos de trabajo para cada Marca, ya que de eso dependerá el cómo y bajo qué soportes puede ser representado un contracargo.
La resolución de reclamaciones por tarjeta es un marco detallado para la gestión de contracargos y disputas, la cual se divide en dos flujos de trabajo y pasos diferentes. Cuando un comprador interpone un reclamo o inicia una disputa, el banco emisor a través del Sistema de Resolución de las Marcas determina la validez del contracargo, donde puede ocurrir lo siguiente:
Si el reclamo es válido, el banco emisor asignará la categoría del contracargo. Dependiendo de la categoría asignada, habrá un flujo de trabajo diferente (Asignación - Colaboración).
Si el reclamo no es válido (porque hay una devolución previa, o porque el tiempo del reclamo ya ha pasado), el reclamo no avanza.
Flujo de trabajo por Asignación
Está asignado para disputas por fraude y autorización.
Todos los contracargos por fraude y autorización pasan por el flujo de trabajo de Asignación. La marca de tarjeta realizará una serie de verificaciones automatizadas. Estos controles le dirán a la marca algunas cosas:
¿La disputa por fraude se basa en transacciones autorizadas seguras en 3D?
¿El titular de la tarjeta impugnó la compra después del plazo asignado?
¿El titular de la tarjeta ya recibió un reembolso del cargo en disputa?
La disputa se bloqueará si la marca detecta alguno de esos elementos y no se convertirá en un contracargo.
El flujo de trabajo de asignación dará como resultado menos devoluciones de cargo no válidas.
Los contracargos que sean asignados al flujo de trabajo por Asignación, pasan directamente a la fase de Arbitraje, dejando la posibilidad que los comercios pueden defenderse en circunstancias específicas. Pero eso requerirá evidencia clara y convincente para refutar un contracargo.
Flujo de trabajo de Colaboración
Se asigna principalmente para errores de procesamiento y disputas de consumidores.
La mayoría de las disputas pasan por el flujo de trabajo de asignación. Pero algunos requerirán interacción entre comercios, adquirentes y emisores. Ahí es cuando entra en juego el flujo de trabajo de colaboración. Básicamente, sigue el mismo flujo que se detalla en las fases de un contracargo. Pero su objetivo es simplificar la comunicación entre cada parte y eso reducirá el tiempo total del contracargo.