El fraude en electrónico es aquella actividad realizada de forma ilegal por un ciberdelincuente en un sitio web y da como resultado en transacciones no autorizadas o fraudulentas, mercancía robada y/o solicitudes indebidas de reembolso.
A pesar de que los bancos identifican y previenen algunos de los fraudes con tarjetas de crédito, es posible que alguno llegue hasta tu tienda online y es tu responsabilidad lidiar con ello. Si no los evitas, te estarás enfrentando a contracargos por parte del banco. Y recibir un contracargo es un proceso molesto y costoso con el cual no querrás enfrentar.
A continuación te hablamos de los tipos de fraudes más comunes, de los cuales debes cuidarte para prevenir ataques a tu tienda en línea:
1. El fraude clásico
Es el tipo de fraude más común donde un tercero compra credencial de tarjetas de crédito en la dark web o de agentes inescrupulosos que se dedican al robo y venta de información confidencial. Dichos datos robados, suelen procesarse en tiendas online, ya que no se requiere la presencia física de la tarjeta, por lo que son más vulnerables.
2. Fraude por triangulación
Este tipo de fraude más elaborado involucra tres partes: el estafador, un comprador legítimo y una tienda online. Suelen seguir estos pasos:
El estafador ofrece un artículo a un precio llamativo.
Un cliente, compra el artículo, dando al estafador todos sus datos personales.
El estafador toma los datos del cliente y compra ese mismo artículo para ellos en un sitio diferente por un valor menor y hace que se envíe el artículo al cliente.
El cliente recibe el artículo que ha comprado, sin darse cuenta de que ha pagado en exceso. El estafador se queda con el beneficio del margen de beneficio.
En este tipo de estafa, las víctimas no suelen darse cuenta de que han sido estafadas de alguna manera. Además de esto, los estafadores pueden llegar a recopilar largas listas de datos de cuentas y números de tarjetas de crédito. Esto significa que la víctima de un fraude de triangulación podría hacer que sus datos fueran utilizados de nuevo en una estafa no relacionada hasta meses o años más tarde.
3. Fraude con pruebas a la tarjeta
El estafador ubica sitios web vulnerables para probar la validez de un número de tarjeta de crédito con el fin de usar esa misma información en otro sitio web para cometer un fraude.
Un claro ejemplo es cuando una tarjeta es declinada por tener la fecha de expiración incorrecta, así el estafador sabrá que lo único que tienen que buscar es la fecha de expiración. Intentarán conseguir esta información realizando varios intentos de transacciones en una sucesión rápida. La información en los pedidos será idéntica, por lo general, ya sean todos los datos o un conjunto de datos, como la dirección de envío.
4. Fraude por robo de identidad
En este caso, los estafadores asumen la identidad de otra persona, sacan una tarjeta de crédito a ese nombre y se van de compras. Este tipo de fraudes ha aumentado considerablemente por la cantidad de fugas de información que hay. También es el más difícil de identificar porque los estafadores que lo hacen suelen ser profesionales.
5. Fraude amistoso, también llamado fraude de contracargos
Un comprador en línea hace una compra y luego mete un contracargo alegando que la tarjeta fue robada. El contracargo suele presentarse después de que los bienes ya fueron entregados. Este tipo de fraude suele hacerse por consumidores que saben muy bien lo que están haciendo, y suele ser difícil de detectar porque los bancos suelen favorecer a sus clientes en el tema de los contracargos.
Es común en transacciones por montos elevados. Es posible que te sientas emocionado que tu tienda presente una gran venta, pero son en las transacciones por encima del monto promedio de venta de tienda, en las que debes prestar mayor atención y aplicar procesos de validación.